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El Instituto de la Cultura Tradicional recupera la memoria de Paulino Gómez ‘Tocino' con un disco-libro

El próximo domingo, 21 de julio, Abades rendirá homenaje en su centro cultural a uno de los grandes transmisores de su cultura tradicional y sus danzas de palos: Paulino Gómez 'Tocino', dulzainero fallecido en 1960 que durante las primeras décadas del siglo XX se erigió como uno de los grandes maestros de este instrumento y principales referentes de su época.

18 julio 2019 El Instituto de la Cultura Tradicional recupera la memoria de Paulino Gómez ‘Tocino' con un disco-libro
"Agapito era muy bueno, otros eran muy buenos, pero Paulino Gómez 'Tocino' tenía una sensibilidad en la ejecución y un dominio del instrumento como muy pocos otros han tenido", explica el etnógrafo Carlos Porro, encargado de coordinar la edición de un disco-libro que, publicado por el Instituto de la Cultura Tradicional Manuel González Herrero de la Diputación de Segovia, será presentado el próximo 21 de julio a las 20:00 horas en un acto en el que intervendrán el propio Carlos Porro, Fuencisla Álvarez, Marisol Galindo, Sagrario Galindo, Martín López, Argimiro Galindo, Alfredo Ramos y Ricardo Ramos.
 
Todos ellos han participado de uno u otro modo en la consecución de un trabajo que, según Carlos Porro, "hacía falta como reconocimiento público de los segovianos a un maestro como el ‘Tío Tocino'". Porro, quien explica que ‘Tocino' "era una persona muy ruda de aspecto, que no tenía esa categoría artística como la que tenía Agapito Marazuela", aclara también que, no obstante, "siempre ha sido considerado como uno de los grandes intérpretes de dulzaina".
 
El disco-libro, que se suma a los trabajos ya publicados en la misma colección sobre Agapito Marazuela y sobre los maestros y estilos de la dulzaina segoviana, cuenta con cerca de un centenar de páginas y 26 canciones, entre las que se encuentran trece grabaciones del ‘Tío Tocino' recuperadas de unos discos de los años cuarenta ?totalmente descatalogados en la actualidad?, que Joaquín Díaz adquirió en un anticuario hace alrededor de treinta años y que han sido limpiados, digitalizados y pasados a CD. "Al escucharlo se nota una calidad de un artista grandísimo", asegura Carlos Porro, quien incide en que "sobre todo intentamos dejar constancia de su figura reconocida; como músico gaitero e intérprete de mucha fuerza, de mucho peso, que influyó en otros músicos".
 
Uno de ellos fue Argimiro Galindo, quien cuando era muy pequeño tocó alguna vez junto a Paulino Gómez, y quien en este disco-libro completa la parte musical con Martín López. Ambos, con la colaboración de Marisol y Sagrario Galindo, han sido los encargados de grabar la mitad restante de las canciones; temas que en su momento tocó el ‘Tío Tocino', vistos desde una perspectiva más actual y original.
 
Por otro lado, el libro, editado a color, se compone de cuatro partes en las que, tal y como apunta Carlos Porro, han trabajado "los especialistas que, consideramos, eran las personas que mejor podían hacer un comentario sobre Paulino Gómez". De este modo, el coordinador del trabajo firma una biografía y un estudio histórico sobre el Tío Tocino y sus repertorios de dulzaina, además de una revisión sobre los textos y el desarrollo procesional de las danzas de palos, mientras que el profesor Ricardo Ramos se ha encargado de realizar un estudio sobre los ritmos al que ha puesto por título 'Los tamboriteros del Tío Tocino'.
 
Junto a ellos, la musicóloga Fuencisla Álvarez ha investigado sobre la originalidad de la música que tocaba el Tío Tocino y Alfredo Ramos apunta una serie de reflexiones con las que se cierra la publicación.
 
El acicate de este trabajo, tal y como reconoce Carlos Porro, "ha sido reconocer a una figura de nuestra provincia y también el hecho de que las danzas queden más salvadas y recogidas para el futuro". Quien se acerque el próximo domingo al centro cultural de Abades podrá descubrir mejor a un segoviano a quien aquellos que le conocieron lo recuerdan tocando continuamente, todos los días, y que según comenta Carlos Porro, "antes de la Guerra Civil tuvo mucho predicamento; siempre le llamaban de Ávila, de Madrid, de Valladolid o de la Sierra. Fue un gaitero muy cotizado".