Manuel González Herrero nació el 12 de noviembre de 1923 en la ciudad de Segovia, en el seno de una familia obrera, nieto de campesinos y curtidores. Su padre, representante de la Casa del Pueblo, fue fusilado en Segovia el mes de agosto de 1936, a los 35 años. En medio de grandes dificultades económicas cursó al tiempo que trabajaba estudios en la Universidad Central de Madrid, licenciándose con premio extraordinario. Aprobó las oposiciones de maestro, profesión que ejerció brevemente. Y en los años cuarenta dirigió una célula que editaba y distribuía de forma clandestina escritos contra el régimen. Al caer el grupo en el verano de 1948, fue detenido y conducido al Penal de Ocaña, donde se encontró con el maestro Agapito Marazuela.

Tras cumplir la condena impuesta contrajo matrimonio con Julia González Gallego el 24 de junio de 1951, dirigiendo la academia "Tartessos". En 1954 ingresó en el Colegio de Abogados, ejerciendo la profesión hasta los últimos momentos de su vida. El 17 de diciembre de 1977 fue elegido Decano, cargo que ocupó durante 25 años tras sucesivas elecciones. Fue miembro del Consejo General de Abogacía Española y Presidente del Consejo de Colegios de Abogados de Castilla y León. Le fueron concedidas la Gran Cruz de San Raimundo de Peñafort y la Cruz al Mérito de la Abogacía.

En 1968 fue recibido como académico de número de la Real Academia de Historia y Arte de San Quirce, de la que sería director durante largos años. Destaca su labor de investigación y la publicación de numerosos artículos en la revista "Estudios Segovianos" y libros como "Segovia, Pueblo, Ciudad y Tierra" o "Historia Jurídica y Social de Segovia". En plena transición política se convirtió en el líder intelectual del movimiento regional, fundamentalmente a través de la asociación "Comunidad Castellana". El 20 de mayo de 2004 la Diputación de Segovia le nombró "Hijo Predilecto de la Provincia".

Manuel González Herrero falleció el 14 de febrero de 2006, a los 82 años. Ha dejado una gran obra escrita: 21 libros y múltiples artículos y publicaciones sobre materias relacionadas con la historia y la identidad de Segovia como pueblo. Entre ellos, "La Sombra del Enebro", que encontró su prolongación en "El Río Marijabe" y en su trabajo póstumo, "El libro de la Serrezuela". Coincidiendo con el primer aniversario de su muerte, el Centro Segoviano de Madrid creó el premio que lleva su nombre, de fidelidad ala tierra. Manuel González Herrero ha sido el gran maestro y meditador de la identidad colectiva de Segovia. En atención a ello, el 31 de julio de 2012 la Diputación Provincial de Segovia, al crear el Instituto de la Cultura Tradicional, le atribuye su nombre. El Instituto continua la obra empezada, el gran libro de tierra del que sólo conocemos las primeras páginas.